jueves, 21 de julio de 2011

LONDON DAY 16&17: Crónica de una muerte anunciada

Bueno, por aquello de concluir el diario de alguna manera, supongo que lo que toca es escribir que tal me fueron estos dos últimos días.

El miércoles fue bastante rutinario, me tocaba cambiar de habitación así que me tiré pronto a la calle, y a falta de destinos culturales, fui de tiendas. No encontré lo que buscaba, y cuando llegué al final de… ¿Regent’s Street? era ya la hora de la primera pinta, así que me paré en un pub que había por allí, y primera Staropramen. Hice algo de tiempo en el hostal, y el plan de la tarde era acercarme al famoso Prague Bar.

Como no podía ser de otra manera, me monto en un metro abarrotado de gente, y nada más salir, a los 100 metros se para. El conductor disculpándose, que si este metro iba a ir super lento por problemas al final de la línea. Total, que sudando allí, y encima iba a llegar más tarde de la hora que tenía planeada al sitio (quería llegar sobre las 5-5.30 para pillar al manager). Salgo a la superficie tras un recorrido tortuoso, y, oh, está lloviendo. Cómo me la pelaba ya todo bastante, me pongo a caminar tranquilamente entre la lluvia (de hecho cuando no diluvia y chispea, es una sensación placentera) y llego al sitio. Sólo estaba la camarera que me recogió el CV, le pido una cerveza y le pregunto por el tema. “Si bueno, el manager está esperando a tener más CVs para empezar a llamar gente”, le conté un poco mi vida, por aquello de ver si el jueves sonaba la flauta, pero poca ostia.

El tiempo me obligó a tomarme una segunda en este sitio, y vi como pasaba de ser el único tipo allí en un sillón a verme rodeado de gente en un local lleno. Más puntos a favor para que fuera un trabajo ideal. Había amainado “algo” así que me volví al metro. Al girar dos calles, empieza a caer una tromba de agua bonita. Me espero al bus para que me lleve un par de paradas, y cuando me deja allí cerca, todavía sigue diluviando. Carrerita al metro, y a meterme en un horno con forma de tubo dirección al hostal.

Aquí es cuando llega el momento detonante de que me volviera el jueves y no el viernes. Cuando llego a mi parada de metro, la salida que da justo al hostal está cerrada, y la siguiente más cercana también. Total, que tengo que salir por una salida (quien lo diría, eh?) que está en la otra parte de la plaza. Y si, las otras dos estaban cerradas de lo que estaba lloviendo. Con estoicismo y buen humor, me pego una carrerita hasta el hostal empapándome hasta arriba. Veo gente en la entrada, voy a entrar, y me dice el segurata “fire alarm, you cannot enter”. W T F.

Lo único que quería era cambiarme de ropa, coger una tolla, secarme y relajarme. Y había sonado la alarma de incendios y estaban evacuando el edificio. Maldiciendo mi suerte, estrujándome el pelo para secarme, allí en un callejón de mala muerte con todos los del hostal, a esperar 20 minutos a que llegaran los bomberos, hicieran el paripé, y nos dejarán volver entrar a todos. Muy divertido todo.

Para los preocupados, no, no había ningún fuego. Como los ingleses están tan obsesionados con los incendios desde el Great Fire (son tan mantas que no tenían bomberos hasta que se le quemó la ciudad. También son tan mantas que no tenían iluminación en las calles hasta que Jack the Ripper se llevó a tropecientos por delante) tienen alarmas en todos los lados, así que a la que algún payaso se pone a fumar en la habitación, se pone aquello a funcionar como si se estuviera quemando algo de verdad. De mi época en la residencia (me he tenido que salir de más de una fiesta en la Common Room para ver como los bomberos comprobaban que no pasaba nada) aprendí que cuando suena la alarma de incendios, lo que tienes que hacer es ignorar el ruido y quedarte haciendo lo que estuvieras haciendo. En España correría por mi vida. En Inglaterra, ni siquiera miraría por la ventana

Total, que una vez en la habitación, me tocó tranquilizar a una de las chicas españolas que le había pillado dentro lo de la alarma. Al final, tras contarle que podría haber sido su profesor, le doy unos cuantos consejitos académicos, llegan las demás, me echo un rato cuando me dejan sólo y de camino al pub a comprarme el billete. Donde me iban a sentar estaban montando un stage en el que al día siguiente (gracias a Dios, porque no necesitaba más ruido) tocarían música celta para recaudar dinero a favor de la investigación sobre el cáncer pancreático (una inglesa se creía que iba con ellos y me dio suerte para la actuación y me insto a que siguiera mi lucha contra el cáncer. LOL). Total, 0 mails, 1 billete de avión, y quedé con Leonardo para despedirme comiendo juntos al día siguiente.

El jueves fue el día de empacar, duchita por la mañana, mover cosas de la maleta a la mochila y viceversa (no creo que le hiciera mucha gracia que me montara al avión con unas tijeras y un sacacorchos), comprobar mi correo (le mande un mail al manager del Prague Bar en plan last shot) y camino a Baker Street, de donde cogía el bus al aeropuerto, y más importante, donde había quedado con Leo. Comemos en un pub inglés (que mejor manera de despedirse que con una pinta y un fish&chips) y a la que salgo a esperar el bus estaba a punto de irse uno. Toquecito en la puerta al chofer, maleta dentro, y horita y pico hasta el aeropuerto.

En el camino al aeropuerto me acuerdo de que le mandé el billete de avión a Leo para que me lo imprimiese y así ahorrarme el trastorno de buscar algún ciber, yen definitiva ahorrarme la multa de 40 libras si no lo llevas impreso (me encanta Ryanair). Digo que me acordé en el trayecto al aeropuerto, porque cuando estábamos comiendo se me olvidó pedírselo (¬¬). No fue una desgracia, porque en el aeropuerto está el típico ciber con impresora, unas cuántas libritas a la máquina y fuera.

El resto, estándar. Cola para dejar la maleta. Llamada de un tipo que quería entrevistarme el martes, al cual al llamarle a la media hora no me lo cogía y le dejé un mensaje de voz diciéndole que seguía interesado en el trabajo (y el miércoles no me llama, manda cojones). Paseo por el Duty Free. En un momento de frikismo máximo me puse a ver la sección de clásicos en las librerías a ver si pillaba algún libro que me hubiera quedado con ganas de leer en la carrera y no tuviera en Córdoba. Descartado Dickens, las Brönte y Jane Austen, quedaban dos opciones: Dante y su infierno o Lolita. Cuando cojo la segunda opción, el libro está tan hecho polvo que no merecería estar ni en una biblioteca de barrio. Cuando cojo el de Dante, me miro a mi mismo leyéndolo y me digo “Pablo, no es el momento”. Y ya te digo si no lo era, porque lo dejé donde estaba y para el avión, que salía al poco. Con la cantidad de literatura inglesa amena que hay, y solo tenían a los más muelas.

Siguiendo con la tradición de los viajes, niña de 10 años a mi izquierda y dos niños de 7 y 11 a mi derecha. Al menos no eran bebes, pero que no encontrará la postura en el avión para dormirme, que ellos no pararán de hacer el mono, que los de Ryanair no pararán de hacer spots publicitarios y pasearse, no hicieron el viaje demasiado corto y/o grato. Y que el iPod se quedara sin batería, tampoco.

Una vez en Sevilla (aterrizan UN minuto antes y ponen la musiquita de haber llegado antes de la hora prevista. JUAS), compro el billete de bus por teléfono, espero a que salga la maleta, y taxi a la estación de buses. Creo que apretando mucho mucho me hubiera dado tiempo a coger el último tren (hubiera llegado con 2-3 minutos para comprarlo y montarme), así que preferí la opción del bus, billete comprado, más holgado de tiempo y fuera. El taxista, típico sevillano. Que llevaba trabajando desde las 6.30, que era su último servicio, y que a ver si acababa para tomarse una cerveza y “dos o tres pelotazos”. Cuando le dije que ojala me hubiera dado tiempo para coger el tren, él debió pensar lo mismo, porque la estación de autobuses está muchísimo más lejos que la de trenes. Llegada a la estación, veo que no ningún bus sale a Córdoba, me pillo un bocata y cuando vuelvo a los paneles, nada, tampoco ponía Córdoba por ningún lado. Gracias a mis amplios conocimientos de Geografía Española, intuyo que el que va para Denia hace paradita en Córdoba. Me acerco a la dársena 22, y ahí está el tío (Sevilla-Córdoba-…-Denia).

Bus de dos horitas, cortito, llegada a Córdoba, taxi a casa, recibimiento paternal, y fuera. De vuelta en Córdoba.

Podría hablar de conclusiones y cosas que he aprendido en este viaje. Es pronto todavía para sacar conclusiones definitivas, y demasiado tarde (y demasiadas horas de viaje) para pensar de manera profunda. Lo que tengo claro es que no me arrepiento de la “aventura”, y que de una manera u otra me hacía falta volver a Londres a probar mi suerte.

Por justicia poética no llegué a los 19 días, así que no necesitaré 500 noches para olvidar el viaje. Supongo que no lo olvidaré, y menos con el tocho de diario escrito para recordarme los detalles más insignificantes y las anécdotas más absurdas.

Gracias a todos por vuestro apoyo y ánimo, se puede decir que casi me obligaron a seguir adelante con esta idea, y escribir qué me pasaba ha sido de lo más liberador del viaje.

miércoles, 20 de julio de 2011

LONDON DAY 15: Blank day is blank

Día en blanco. Al menos he prolongado la huida hasta el viernes.

Anoche pensé que este viaje era una montaña rusa. Cuando llegué, no sabía que iba a pasar. Ha habido subidas, bajadas, miedo, alegría, gritos, risas, pero al final, me veo como el vagón cuando llega a su final: parado, con la puerta abierta y un feriante invitándome a salir.

martes, 19 de julio de 2011

LONDON: DAY 14 (DEADLINE ON TILT)

Bueno, para no empezar a repetirme (si es que acaso no lo he hecho ya), la mañana fue bastante rutinaria. Levantarse temprano, ducha, dejar la maleta en la luggage room, toda la mañana por delante… Tuve que acercarme a Camden Town a cambiar de talla lo que compre, que manda cojones. Pido una M, me enseña el tio la etiqueta y pone M. Cuando veo la etiqueta con más detenimiento una vez en el hostal, CH (chico) en español, P (petit) en francés y la M estaba escrita a rotulador sobre la S original. Ahí es cuando empecé un poco a tildarme, pero vamos, desayuno en el pub de la otra vez, mando algún CV, me acerco al del puesto (el tendero era otro distinto al que me atendió) y tras un what the fuck me lo cambia sin problemas.

Metro a Russell Square, me acerco al British Museum y de camino veo que ya han terminado parte de las obras en la universidad que estuve de Erasmus (University College of London). Me entra la nostalgia, me doy un paseo por dentro, saludo al Jeremy Bentham, veo lo que ha cambiado, lo que no, paradita en la entrada para escuchar un poco de música, y para el British. Estaba plagado de gente (más de lo normal) así que fui directo al grano: piedra Rosetta al entrar, y a la sección del panteón (hablé antes de venirme sobre ella, quería refrescarme la memoria).

Nunca deja de impresionarme, pero como iba con tiempo leí alguna cosa aquí y allá. A destacar, que quitando frisos/estructura totalmente espoliada (fueron tan buenos que al traérselo al British evitaron mayor vandalismo/erosión por el clima) las estatuas estuvieran a medias. No sería nada raro, sabiendo que son ruinas, hasta que lees que la cabeza de tal escultura está en nosequé museo porque a nosequien Lord le gustó, y que la cabeza de esta otra escultura está en Alemania, y Dios sabe dónde más. Total, que tenía allí la versión amputada del panteón, y encima la mitad de las ruinas estaban incompletas porque se lo habían llevado a otro lado/colecciones privadas. Manda cojones.

Ah, no paró de llover en todo el día. Divertido. Por eso me tuve que esperar un poco en la universidad, un poco antes de salir del British Museum, y básicamente tuve que buscar refugio en cada movimiento que hacía. No era día para hacer turismo ni darse paseos, pero el plan de quedarme en el hostal leyendo/tocándome estaba descartado. Tras el museo, bus para el hostal, era la 1 o así, veo un pub abierto y me acerco a tomarme la primera y echar algún CV. Tras tal, me acerco al hostal (a 5 minutos andando, también tuve que esperar a que amainara), check-in, suelto la maleta en la habitación (de a 6, nichos, estaba sola) y me pongo rumbo al siguiente destino.

Como atracción turística que no había visitado todavía, busqué una ruta para ver algún Banksy. Los dos que quería ver han sido “buffed” (tapados por el gobierno). Aun así me acerqué a Blackfriars Bridge a ver si había algo conmemorativo por allí, y darme un paseo por la zona, que no lo había hecho hasta entonces. El graffiti estaba en la parte del puente no caminable, ya que están de obras (creo que desde siempre, no recuerdo la estación abierta nunca).

Una vez en el puente, no tenía otra opción que acercarme al pub que hace esquina al otro lado del puente (totalmente recomendable) y tomarme la segunda con una “Beef and Vintage Ale Pie” (comida británica, que esperas). Lo de tomarme una pie de estas estaba en la lista a tachar, así que no fue difícil elegir. Cuando termino, está chispeando y me aventuro en la lluvia al siguiente destino: East London (Old Street).

Había anotado una ruta del 2010 con el tema de los graffitis, y todavía no había caminado por el este de Londres (una pena, ya que haber estado en el Bricklane Market ayer hubiera sido una triunfada). De hecho, incluso en mi época Erasmus no pisé demasiado esa parte de Londres (menos cuando quedábamos con un colega madrileño en Bethnal Green, pero salir salir por allí, diría que 4-5 veces sólo) así que no esperaba encontrarme con nada demasiado conocido. Mi sorpresa, cuando al salir de la estación de metro me acuerdo de haber entrado en ella un día a altas horas de la mañana tras haber estado en un after cercano. Del after, lo típico, alcohol, mucho tío pasado por ahí y drogas (en una de estas noches estuve a punto de darle a algo, al final pasé). De esa noche, que mientras estábamos de camino desde Camden hasta el punto de reunión en el bus me pude trincar fácilmente 4-5 pintas. Era mi momento álgido como alcohólico, el número total de esa noche lo guardaré para otro momento.

Volviendo al día de hoy, tras bajarme del metro, tenía dos opciones: izquierda o derecha. Creo que es a la derecha, ando un poco, parada de bus para ver una parada de bus, y no, era para el otro lado. Ando mis 10 minutitos buscando que se cruce una calle, y encuentro el final de la calle por la que iba. Tras pelearme con el mapa un par de minutos, descubro que, efectivamente, era para el lado que había cogido primero. Bus hasta la estación, y a andar. Y sí, me tuve que resguardar de la lluvia mientras estaba andando en la dirección errónea. Una vez bien encaminado, el primer “spot” donde debería de haber algo, no hay nada. Sigo andando, y al segundo, igual.

Llego a un cruce, ya con Shoreditch High Street (en Shoreditch es dónde estaban los garitos a los que vine cuando salí de fiesta por aquí) y veo que en la acera de enfrente hay un sitio con un cartel “Cocktail Staff Wanted”. Ando por mi acera un minuto para cruzar por el paso de peatones, y antes de poder llegar a este sitio me tengo que resguardar en una parada de autobús de lo que llovía. Teniendo el sitio a 50 metros me tuve que parar. Sí, llovía tanto. Leo el cartelito, y tras comprobar que (minimum 6 months experience, buen inglés, número de seguridad social –todo correcto-) me meto para darle el CV. Como el sitio molaba (y tenían internet), antes le pido la tercera a la camarera, y entre que estoy mandando CVs y no, me llega un correo “mañana a las 5.30 te esperamos para una entrevista en Fulham con tu CV en mano”. ¿La putada? Solo me quedaba UN CV impreso. Y el ciber al que siempre he ido a imprimir está cerrado porque le han plantado una obra allí. La verdad es que el sitio en East London (Prague Café o Prague nosequé- EDIT: http://www.qype.co.uk/place/141513-Prague-Bar-London ) molaba infinito, así que tras acabarme la pinta, le dejo el CV, le comento que si cocktail experience por aquí y por allá y me dice que ya le dará el curriculum al manager. Que el sitio no se publicitara en la página de los anuncios me molo bastante. Y el sitio era cojonudo, chiquito, 10 mesas, hacen su café, luz tenue, buena música, muy chill-out todo. En mala hora no investigué más esa parte de Londres (aunque igual hace dos semanas no estaban buscando a nadie) . Con esperanzas renovadas, y todavía sin llamada de ninguno de los sitios en los que hice el trial, decido volver al hostal a descansar un poco.

Una vez en el hostal (18.40) compruebo que la habitación es un jodido invernadero. Me tiro en la cama, y a los diez minutos empiezo a escuchar español. Las dejo chapar un rato, y a los 5 minutos ya tengo que decir que uno de los nuevos inquilinos (yo) es un chico. Me tiro otros 5 minutos, y a las siete me visto, les pregunto que si están en Londres gracias a la beca MEC (bastante obvio), y que si eran valencianas. Todo correcto. Como no podía seguir en esa habitación-horno, mochila al hombro y a buscar algún otro sitio dónde poner el huevo. Acabo en el The Court (Tottenham Court Road, entre Goodge Street y Warren Street), pidiéndome una cerveza y escribiendo esta entrada (se quedará larga porque al no tener internet, la pinta la he acompañado mientras escribo). En la planta de abajo no había ningún sitio, subo a la de arriba a ver si me resarcía de mis derrotas al billar, pero estaba vacía. Me siento tal, y empieza la invasión: suben 4 asiáticos. Luego otros 4. Luego 10. Asustado, y tras compartir unas palabras con 3 negros que me pidieron compartir mesa, acabo la pinta y vuelta al hostal, previa cena.

Me tiro 20 minutos en la cama, escuchando a las chicas españolas (llegarán a 20 años?) prepararse para salir, y al final me da tiempo a mí a salir antes (salí a las diez o así) a por la última del día. Guiness en un pub a 5 minutos del hostal, compruebo mi correo y veo que me han cogido para otra entrevista. “You’ve been shortlisted”. “Interviews begin on 27 July”. !!!. Al igual me espero una semana a que me hagan una entrevista, otra a que me hagan un trial, y otra para que no me acaben llamando. Porque no, no me llamaron de ninguno de los sitios en los que hice el maldito trial. De los meapilas de Notting Hill era de esperar, del Kevin este del Westminster menos, porque el tío me dijo que me llamaría fuera positivo/negativo. Y de los del pub de Chiswick (Oeste, aka Mordor) creía que tenía ahí mis posibilidades, pero parece ser que de los 20 tios a los que le hicieron el trial había alguno mejor (o que le cayera mejor al barman de turno).

Total, el lunes que era el día clave se quedó en agua de borrajas. Espero que el manager del Prague Bar este lea mi CV mañana y me pegué una llamada, ya que si no creo que el martes por la noche buscaré aviones para salir miércoles/jueves dirección Andalucía.

Si has leído esta entrada tan larga esperando buenas noticias, imagínate como se me pasó el día a mí :D

lunes, 18 de julio de 2011

LONDON: DAY 12&13 (Second Weekend)

Dije que no iba a updatear, y era mi intención no hacerlo. Pero por aquello de darle un poco de cohesión al diario como un todo, aquí va el mini-update:

Sábado: M12 release a las 12, llego justo y empapado, porque llovía muchísimo. 20 algo tipos, sólo conozco a un holandés con el que jugué 2HG hace 3 años. Obviamente no me reconoce, y ya al rato “ostias, cuanto tiempo” “con esa barba no te reconocía, pero en cuanto te he escuchado hablar ya me he acordado”. Una pena que mi inglés no haya mejorado en 3 años, tampoco es que lo haya intentado demasiado (hasta ahora).

Salgo a las 6, algo de cenar, una de hostal+CVs, y cuando estoy rallado tiro para el Intrepid Fox (uno de mis pubs favoritos, ya me tomé alguna pinta antes ahí) y a socializar un poco. Me hago colega de un heaviata que tocaba en dos semanas y estaba repartiendo flyers, allí al son más hardcore y bebiendo cerveza a un ritmo hasta rápido para mí. Me tiro a la piscina retando al ganador del billar, me pega una paliza fácil (cuando en su primer turno mete 4 bolas, le tuve que pedir que se relajara que llevaba años sin jugar. Al final me quedé con dos yo, pse).

Conocí también a unos italianos que estaban de mascachapas por Londres, majetes también. Cerveza va, cerveza viene (encima las pintas más baratas que me he tomado), y a esto que me toca volver a jugar al billar. Contra una pareja, la chica buena, y el chico mejor. Estoy ahí dominando siempre con una ventaja de +2 pero al final, como suele pasar en la vida, meter la definitiva es la que cuesta. Y acabo perdiendo. La culpa se la echo a la ristra de cervezas que llevaba encima, pero vamos, que al retirarme poco después y hacer balance general de la noche, bastante bien.

Domingo: Me despierto tarde, y me dirijo a Camden Town, que tenía una compra en mente. Se hace la hora de comer entre puesto y puesto, me compro el típico envase chino con noodles y carne, hago mi compra, y para el hostal. Cada 10-15 minutos, caía un chaparrón de 5 minutillos, por lo que había que estar con ojo y estar siempre cerca de un lugar en el que resguardarse. Lo malo del mercado de Camden Town es que tienen infinidad de cosas que las ves y quieres comprar, pero fui capaz de controlar mi hambre capitalista.

El resto del día puede ser que fuera el más aburrido de todo lo que llevo en Londres. Se hizo demasiado tarde como para avisar a alguien, el clima no acompañaba a darse ningún paseo (además, uno de los objetivos de los paseos por zonas nuevas es soltar CVs en mano, y un domingo cierran bastante sitios), no estaba en el “mood” para más pintas, así que fue bastante “casera”. Además, tenía que estar descansado para lo que pudiera ocurrir el lunes, y entre que espero llamadas de unos u otros, tendré que seguir con el jobhunting a ver si sale algo antes de que me dé por comprarme el billete de vuelta..

EDIT: Al final la noche no estuvo tan mal. Estuve hablando una horita con los tres compañeros de habitación (australianos) sobre la vida, Europa, y los viajes en general. Una charla bastante agradable que me subió la moral. Una putada que fuera mi última noche en esa habitación, y cuando dijeron de salir de cervezas eran ya las 11 (y sabía que iba a estar todo bastante muerto, así que quedó el plan para el siguiente día, igual subo a avisarles el lunes a ver que me cuentan)

sábado, 16 de julio de 2011

LONDON DAY 11: FRIDAY

Bueno, hoy tocaba cambiar de habitación otra vez, así que en pie prontito, ducha, desayuno, y ya que no tenía nada que hacer hasta la 1, intento el último asalto al Shakespeare’s Globe. Llego pronto (11 o asi) y evidentemente sí tenían tickets (11 libras la broma) para el tour a las 11.30. Como tenía tiempo, me empapo de la exhibición, bastante completa la verdad, en cuanto a Shakespeare, el teatro, el globo en sí, y por qué se reconstruyó.

El tour en sí me dejo peor sabor de boca, porque aunque el guía (un actor inglés, bastante graciosete) lo hizo bastante ameno, no profundizaba demasiado en ninguno de los temas (típica atracción turística). El teatro sí que me pareció acojonante, lo hicieron a imagen y semejanza del original, incluso usando las técnicas de construcción que se usaban entonces (o al menos eso dicen). Si estuviera en cartel alguna de mis obras favoritas no dudaría en ir. Eso sí, sentadito como Dios manda. Como cualquier atracción, el tour acabó en la tienda de regalos. La conclusión: mereció la pena ir por la exhibición+ ver el teatro. El tour está aceptablemente bien, pero no es nada del otro jueves.

Me acerco a la Tate por aquello de los sofás cómodos y el internet gratuito, y ta-da, allí solo había infinitos colegiales, porque internet no me funcionaba. Tranquilamente me vuelvo al pub de al lado del hostal, comida fuerte, pinta de cerveza, y a mandar unos cuantos curriculums.

Juraría que hice algo más por la mañana, porque para la siesta volví casi a las 4 al hostal, siesta de una hora, lentillas, camisa, y caminito a Mordor (Chiswick, 40 minutos desde Picadilly) a hacer el trial. Como típico pub inglés, no había demasiados misterios a explicar, que si vasos de tal cerveza aquí, que si esto funciona así, etc. El manager me dejo a cargo de uno de los barman y él fue el que me iba explicando las dudas que tenía y vigilaba que tal lo hacía. A los 5 minutos, llega otro que iba a hacer el trial (nice one la de competir mano a mano por un puesto de trabajo).

El trial fue bastante rodado, no hubo demasiada gente pero no paraba de entrar/salir gente. A todo el mundo le atendí bien, sin fallos, sin problemas, a un ritmo bueno, haciendo cosas cuando no había clientes. Vamos, que si no me contrataban ahí ya no sé qué más hay que hacer para conseguir un trabajo (zona 3, pub, trabajo sencillo, lo hago todo bien, no paro de hacer cosas, encima hablo español que para ellos es un plus porque toda su comida es española). Ah, y en cuanto al otro que hacia el trial, le tiro una pinta encima a un cliente, así que aunque lo demás lo hiciera bien, creo que tengo un competidor menos.

A las 3h15m me dice el manager que es suficiente, que cómo me he sentido (I can definitely see myself working in this place, porque blablablá), que todavía le quedaban 5 tipos por hacer el trial (wtf) y que el lunes me pegarían un toque. Vamos, lo que viene siendo una estafa esto de los trials. Le haces el trial a 10 personas, encima el manager ni siquiera está pendiente de ti, por lo que al final contratan al que mejor le haya caído al barman de turno.

Vuelta a casa en el metro de la muerte, a las 10 ya era demasiado tarde para engancharme a Leo que estaba tomándose unas cervezas en el pub de la universidad (¿cuántas pintas me habré tomado yo ahí?). Así que nada, suelto los bártulos en la habitación, me acerco al pub de la esquina a mandar más curriculums, y tras una pinta rápida de vuelta al hostal para descansar. Las compañeras de habitación (3 chicas, chico afortunado), 2 de Washington y una Australiana, hablando de la fauna local que tenían. Que si ballenas por aquí y no se cuánto. Cuando me preguntan por animales españoles típicos, sólo se me ocurre el lince ibérico y el toro de lidia (¿acaso hay algo más?). Tras la charla sobre animales, la chica australiana me comenta que se va a España 10 dias, a la Tomatina y a ver España. Le pregunto que dónde más va a estar, y me dice que 7 días en Barcelona. Le digo que quién no ha visto Graná no ha visto ná (y por extensión Andalucía) pero pasa del tema porque su intención es hotel+pulserita+playa en Barcelona. Interés cultural ante todo, evidentemente.

En fin, ya va para dos semanas esto, me deberían llamar mañana del Westminster Bank Bar & Restaurant, y el lunes espero la llamada del sitio pijales de Notting Hill y del pub del lejano oeste (sí, encima está en el oeste de Londres). Tengo habitación hasta la noche del domingo al lunes, así que me pillaré habitación para la noche del lunes al martes, esperaré acontecimientos el lunes y si no se mueve nada, creo que me volveré martes/miércoles/jueves a España. Estaría bien poder gamblear otra semana en Londres, pero es como jugar a la ruleta rusa. O bien te llaman de x sitios, que si todo muy bien, todo el mundo feliz, o no se mueve nada la cosa. Además, mi deadline en caso de que no me cogieran en el club (algo que casi había descartado) era encontrar trabajo en 10-14 días, y el martes hará dos semanas desde que llegué. Es decir, que se están cumpliendo los plazos, pero no los objetivos.

viernes, 15 de julio de 2011

LONDON: DAY 10 (exclusividad)

Bueno, como tengo tiempo en el metro tras la entrevista en Chiswick, supongo que toca escribir que tal la primera parte del día. Tras un breve desayuno y demás quehaceres matutinos, me dirijo a Chiswick Park (zona 3, Oeste de Londres) para la entrevista en el pub inglés que pedían gente con conocimiento de español.

Allí que llego, me bajo de la parada de metro, voy a la parada de autobús a 30 segundos a mirar el mapa de la zona para ubicarme y encontrar donde está el sitio y… ta-da, no está la calle (Great Parade) en la que debería de estar el pub. Astuto de mi por no haberlo buscado con más detenimiento en el google maps cuando tuve tiempo (aunque juraría que estaba cerca de la parada de metro cuando lo busque), me doy una vuelta por la zona en busca de otra parada de autobús, pasando entre parques y zonas bastante tranquilas. Cuando veo que la dirección que he tomado es infructuosa, recurro a la lógica: al norte del mapa hay una calle llamada South Parade, con lo cual al norte de esa South Parade debería de haber una calle llamada Great Parade. Efectivamente y no. Cuando estoy llegando a South Parade, me encuentro el pub. Total, que lo de Great Parade a saber dónde está, porque el sitio está en South Parade.

El pub era grandecito, aunque sólo estaba el barman, una mujer con su portátil y el manager, atendiendo a otro chico que estaba pidiendo trabajo (aparentemente). Tras esperar unos minutillos, ya me atiende a mí, me explica un poco de que va el asunto, veo que el pub tiene otra sala restaurante con rollo 20 mesas, y después un jardín con cosa de 15 mesas (E-NOR-ME). La comida que sirven es española (ham croquetas entre otras delicatesen) y por eso el tipiqueo de buscar a alguien español. Cuando me habla del trabajo, me dice que le hace falta alguien activo, fuerte, siempre pendiente de todo, que sepa hacerlo todo. Vamos, que no pedía alguien con quien casarse porque su mujer era la del portátil.

Cuando me pregunta si había trabajado detrás de una barra antes (había impreso mi CV en 1/10 del folio y no se podía leer nada, vaya primo) ya le comenté el por qué era su hombre. Convencido (?), me dijo que la mejor manera de ver si funcionaba o no era dándome un trial shift (cómo no) que lo pusimos para el viernes a las 18.00. El garito es típico pub, con lo cual no hay historias de cócteles, pero la verdad es que tampoco me importaría trabajar en un pub más tradicional viendo lo exquisitos que se están volviendo para trabajar de bartender.

Vuelta al hostal, algo de comer, mandar algunos CVs, siesta, y prepararme para el trial de Notting Hill. Al final el nudo de la corbata (half Windsor) salió bien a la segunda, y fuera. Me veía un poco fuera de lugar, pero bueno, si salía bien pues ahí que iba. Tras coger el metro en hora punta (nota mental: nunca mais) y llegar a Notting Hill casi sudando, caminito al sitio. 4 mesas fuera, poco llamativo la verdad, y algo lejos de la parada de metro.

Entro, una sala con 3-4 sofas, la barra, y el barman. Me presento, van a buscar al manager, hola buenas tal cual, suelto mis cosas en la staff room y a la que me descuido ya me han buscado un chalequito para que me lo ponga (entre la camisa blanca, la corbata, y el chaleco, parecía hasta un profesional). Me explican que a las 18.30-19.00 tenían la sala reservada para un grupo de 25-30 personas y que sus opciones eran champán, bellini (white peach puree en un vaso de champan, champan hasta arriba y fuera) y mojitos. Que si tenía alguna duda (¬¬), hablamos un poco de mi experiencia, me comentan que el sitio está destinado a un grupo muy selecto (no se cortó en decirme que en gente rica) y que el servicio había de ser exquisito. Le suelto la de que en el club ya había tratado con gente de alto nivel, que si blablá, que si era su hombre vaya.

18.30: No aparece nadie. Seguimos hablando, explicándome el barman (italiano) unas cuantas cosas. 18:55: Llega el primero, se extraña de que no haya nadie, pega un par de llamadas y a servirle el primer vasico de champán. Empiezan a llegar los demás (tardísimo), champán por aquí, vasito de agua por allá y poca chicha más. Estaban los 2 managers, el somelier y un camarero atendiendo a un grupo de 20 personas mientras en la barra estábamos 2 poniendo lo que faltase. Las mesas de fuera pedían su vino/cócteles y los iba haciendo con la guía (a veces excesiva) del barman. A las 20.30 meten a los de la fiesta (los anfitriones era un matrimonio español por cierto) en el restaurante, a recoger un poco todo, limpiar los vasos, etc.

Cuando llegan las 9 (3 horas de trial) está todo acabado y limpio, con lo que espero que el manager me diga que buen trabajo pronto. A los 10 minutos se acerca uno de los dos, otra charlita sobre de donde venía y a dónde iba con mi vida, y a seguir currando allí. Me explicaron tantas cosas que ya me veía ahí medio dentro, por aquello de que me alargaran el trial y me comentaran todo con detalle. El rato seguía pasando, yo intentaba no parar de hacer cosas aunque a veces era complicado. A esto que entra la mujer de Tim Burton a cenar (juas) y ya hubo algo de conversación, que si la anterior recepcionista le dijo a Jude Law que estaban cerrando (la actual no había reconocido a la mujer de Tim Burton), que si es un sitio exclusivo, que si meamos colonia, lo típico.

A las casi 5 horas de trial (la verdad es que me veía ahí contento haciendo cosas y para estar en el hostal estaba allí) me dicen que creen que es suficiente (o rly?) y uno de los managers me comenta que estaba impresionado con cómo lo había hecho, y que el lunes me llamará para una respuesta positiva/negativa, porque todavía quedaban otros 4 por hacer el trial en este fin de semana (LOL). Al otro manager, al que le comenté que también tenía un trial el viernes, al despedirme de él me dijo que suerte en el siguiente trial (jojo). Así que otro garito en el que lo hago todo bien, pero no tengo posibilidades reales de que me fichen. Todo sea dicho, el garito parecía más aburrido que la ostia, con poca actividad pero siempre ahí recto.

Ah, y otra cosa por la que no me veo en el trabajo: el barman se tiene que hacer cargo de unas 10 mesas, sin ayuda de ningún camarero. Lo cual estaría dentro de los límites aceptables si: a) no hubiera que servir las mesas b) supiera llevar una bandeja de camarero de una manera mínimamente aceptable. Al menos cuando el manager me dijo que sirviera a un par de mesas, les tomé nota, hice lo que tenía que hacer y se lo lleve sin mayor estropicio, pero no es el trabajo que estoy buscando exactamente (con lo bien que se está detrás de la barra).

Total, que mañana viernes otro trial en un pub más común, pero todo apunta a que será el último en Londres, para bien o para mal :(